viernes, 30 de abril de 2010

Arena en los zapatos.


Un día más.
La música es una fuente llena de vida.
Acabo de llegar de un concierto, y es como si algo cambiara en mí ya...
Ver como las cosas menos valoradas, son las buenas, las que te llevas a la caja.




Aparte.


Presente.
Lo miro y suspiro. Tiemblo. No sé cuanto tiempo voy a seguir así.
Debería cambiar. Autodestrucción con placer. Debería asentar la cabeza.
No soy persona. Demasiadas personas, para una sola.
En voz alta : lo estás haciendo mal, muy mal. Algo falta.
Quizás algún día lo sepa. O quizás no. Pero algo me falta.
Un caramelo. Puede ser. La tentación de no tener a ella.
O quizás no saber nada de su vida. Aunque sé que lo hice por mi bien.
Había que borrarlo de cuajo. Y lo hice.

Aparte.


Futuro.
Hambre de futuro. De saber que va a pasar. De dedicid lugares. De decir con quien vivir. De ordenar tu vida. O quizás, desordenarla más. Siempre me ha gustado el caos. El caos es un arte. Otra forma de vivir.
Otra habitación.
Otro póster.
¿Otra vida? O quizás la misma.
Todo esto a corto plazo, claro.
A largo plazo, no tengo huevos a hablar de él. Siempre he sido un cobarde para ello.

El telón se está abriendo.
La función acaba de empezar.
Los instrumentos están probándolos.
Hay canciones para rato.

Sígueme.

Tengo la sensación de que nunca acabaré cerrando una entrada de éstas.
Siempre las dejo incompletas.

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